Pero cuando uno organiza algo, la adrenalina aumenta a niveles preocupantes. Primero porque cuesta conseguir la aceptación de los que uno considera que son los indicados para el evento de turno. Pero lo más problemático siempre es lograr la aceptación del público. Cuando eran las 9.00 de la mañana, la hora señalada para el comienzo de la jornada, sólo estaban los alumnos de El Norbi. En 20 minutos, el Aula Magna de la Facultad comenzó a llenarse. En media hora, más de 300 personas comenzaron a escuchar a los disertantes.
4.8.09
Lo Mejor x 5: Los jóvenes salvarán a los diarios
Pero cuando uno organiza algo, la adrenalina aumenta a niveles preocupantes. Primero porque cuesta conseguir la aceptación de los que uno considera que son los indicados para el evento de turno. Pero lo más problemático siempre es lograr la aceptación del público. Cuando eran las 9.00 de la mañana, la hora señalada para el comienzo de la jornada, sólo estaban los alumnos de El Norbi. En 20 minutos, el Aula Magna de la Facultad comenzó a llenarse. En media hora, más de 300 personas comenzaron a escuchar a los disertantes.
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